Donald Trump ganó las elecciones presidenciales por segunda vez. En un recuento más rápido de lo esperado, candidato republicano consiguió la mayoría de los votos en los estados clave y ya cuenta con 277 electores, siete más que los necesarios para llegar a la presidencia
Para garantizar la victoria, los aspirantes a la presidencia necesitan al menos 270 votos, provenientes del Colegio Electoral, compuesto por 538 miembros.
Los llamados «swing states» fueron la clave para definir los comicios: se trata de los estados sin una corriente política definida, donde el apoyo a los Republicanos y los Demócratas está equilibrado y la carrera se da voto a voto.
Los estados más importantes fueron Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, que suman 93 votos electorales.
Trump se impuso en los territorios claves de Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte y otros 23 Estados frente a la aspirante demócrata, Kamala Harris, que ganó Nueva York, California e Illinois.
Trump aseguró que se trató de una «victoria política histórica», que le permitirá regresar a la Casa Blanca. «Este es un movimiento que no se había visto nunca antes. Es el movimiento más grande que se haya visto. Y ahora alcanzará un nuevo nivel de importancia, porque vamos a ayudar a nuestro país a sanar», resaltó Trump.
En su discurso, sostuvo: «Tenemos un país que necesita ayuda desesperadamente. Vamos a arreglar la situación de la frontera y corregir lo que sea necesario. Hemos superado obstáculos que nadie hubiera imaginado».
«Es una victoria política que nuestro país nunca había visto», subrayó el republicano y prometió que «esta será la era de oro de Estados Unidos».
«Esta es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense, que nos permitirá devolver la grandeza a nuestro país. Quiero agradecer al pueblo estadounidense por elegirme como el 45° y 47° presidente. Voy a pelear cada día por ustedes con cada aliento de mi cuerpo. Trabajaré incansablemente para que tengamos el país que ustedes merecen», agregó Trump.
A diferencia de Argentina, el candidato que obtiene la mayoría de los votos en Estados Unidos no necesariamente es el ganador. Los estadounidenses eligen a su mandatario por un sistema indirecto por colegio electoral.
Los votantes eligen que partido pone a más miembros, llamados electores, en esa institución para elegir al próximo presidente. Cada estado y Washington D.C. le otorga un número específico que consiga la mayor cantidad de votos su territorio.
Estos electores se reúnen en diciembre y votan para presidente al candidato de su partido. Los estados ponen en juego una cantidad específica de electores según su población en el último censo. Hay un mínimo de tres electores por estado y el que más otorga es California con 54.
El partido que recibe más votos se lleva todos los electores excepto en Maine y Nebraska. Estos 2 estados reparten los electores proporcionalmente según los votos en cada distrito.