La Administración Federal de Aviación (FAA) suspendió temporalmente los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) y el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood (FLL) el lunes, en respuesta a las intensas tormentas eléctricas que azotaron el sur de Florida.
La medida, activada entre las 4:30 p.m. y las 5:20 p.m., paralizó las operaciones aéreas durante el momento de mayor tráfico del día, generando retrasos y cancelaciones que afectaron a miles de pasajeros.
La FAA justificó la orden de ‘ground stop’ por las condiciones peligrosas provocadas por las tormentas.
El impacto fue inmediato. Datos de FlightAware revelan que en Miami se cancelaron 44 vuelos y se registraron al menos 224 retrasos. Fort Lauderdale, aunque con una sola cancelación de vuelos, reportó 143 demoras significativas.
Asimismo, las llegadas a MIA experimentaron demoras cercanas a una hora, mientras que los despegues sufrieron retrasos de hasta 35 minutos, según funcionarios aeroportuarios y pasajeros.
Estas interrupciones ocurrieron en un contexto meteorológico complicado, debido a una masa de humedad tropical que, combinada con un frente estacionario, favoreció la formación de tormentas severas con acumulaciones de lluvia de entre 2 y 3 pulgadas, además de ráfagas de viento y relámpagos.
Las condiciones meteorológicas extremas también afectaron la infraestructura terrestre y el tránsito urbano. Una alerta de inundación súbita se mantuvo vigente para el norte de Miami-Dade durante toda la tarde, afectando localidades como Hialeah, Aventura, North Miami, Opa-locka y West Little River.
Según reportes, en las inmediaciones del aeropuerto de Fort Lauderdale el agua estancada complicó las entradas y salidas de vehículos.